Muchos son los que oyen hablar de la Feria de Sevilla como la más majestuosa de la provincia, pero ¿qué puede decirse sobre la Feria de Coria del Río? Pues que ésta comenzó hacia el año 1838, durante la infancia de la reina regente Isabel II, siendo tres años más antigua que la Feria de Sevilla. Es en el año 2012 cuando se decide no organizar la feria por primera vez en 175 años a causa de la crisis económica actual.

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         La Feria de Coria del Río se celebra la segunda quincena del mes de septiembre, como cada año, la cual es una de las de mayor renombre e importancia de las que se celebran en la provincia de Sevilla. Esta fiesta es declarada de Interés Turístico de Andalucía y sigue el modelo típico con casetas engalanadas, cantes y bailes que se prolongan hasta la madrugada.

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       Sin embargo, esta fiesta es única para sus ciudadanos, pues la llevan anhelando durante todo el año, así como también recuerdan los momentos más entrañables de ferias anteriores. Y es entonces, cuando empieza por fin ésta, después de tan ansiada espera y todos se preparan para montar sus casetas y hacerlas ascender con sus nombres hasta el cielo.

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        Además, los habitantes de este pueblo la viven con tal intensidad y ganas que estos hacen lo posible por poder librar esa semana y así no tener que preocuparse en ningún momento de la hora a la que se recojan. Ya que durante la feria no existen los horarios establecidos, se sabe a la hora que se sale, pero nunca a la que se volverá. Cada día es una incógnita por conocer, una sorpresa que la va desvelando el tiempo, y que el destino va poniendo antes tus ojos.

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     En la Feria de Coria cada día es único e irrepetible, inolvidable para aquel que la vive por primera vez como el que lleva toda la vida visitándola. Esta feria es impresionante no sólo por la decoración de sus casetas, ni la originalidad de sus nombres, sino porque en el interior de ellas siempre vas a encontrar gente dispuesta a bailar y a cometer locuras. Esta feria es especial porque no habrá otra igual que se celebre al lado de un río, en donde los amaneceres se reflejen en su agua, y la luna navegue por su orilla.

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       Y es que para sus habitantes, la Feria de Coria del Río no es una feria cualquiera, es su “Feria”. Una fiesta celebrada por tradición en la provincia, una fiesta con la que se crece desde pequeño, una fiesta en la que la comida es lo de menos, lo importante es con quien comas, una fiesta en la que la bebida estrella no sólo es el “rebujito”, sino también el “Agua de Sevilla”, una fiesta en la que su feria puede recorrerse en un momento, una fiesta en la que no sobran los bingos, ni los vendedores ambulantes, ni los puestos de churros, pasteles y gofres, una fiesta que también tiene “calle del infierno”, una fiesta que tiene una portada que brilla más que todos los fuegos artificiales juntos, una fiesta en la que por la  noche las casetas se convierten en discotecas, una fiesta en la que no gana el cansancio sino las ganas de que la semana no acabe nunca, una fiesta que goza del río Guadalquivir a su vera, una fiesta que no deja nada que desear, una fiesta que es cercana, y lo más importante es que es una fiesta de los “corianos”, en la que aquí todo el mundo se conoce.

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Por todo eso y mucho más,  no dejes que te la cuenten, vívela, como he hecho yo.

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         Maravilloso artículo  escrito en http://expoferiassevilla.wordpress.com/ por Laura Romero.

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